2013/01/24

DONOSTIA 2013, ZER OROITU?



(abajo en castellano)

2013.urtean Donostiaren suntsiketa, auzokide askoren bortxaketa eta erailketaren bigarren mendeurrena ospatuko dugu. Geure buruari egiten diogun galdera, hau da: Zer lortu nahi dugu ospakizun hauekin? Donostia Sutan 1813-2013 elkartearentzako argi dago zer xede izan behar luketen ospakizun hauek:

1- 1813ko abuztuaren 31n donostiarrek jasandakoaren berri ezagutzera eman.

2- Biktimak omendu.

    Lehendabiziko puntuari dagokionez, uste dugu ahalegin berezi bat egin beharko litzatekeela bigarren mendeurren honetan donostiarrik gera ez dadin gertatu zena jakin gabe. Horretarako, garrantzi handia ematen diogu 79 hiritarren testigantzek ahalik eta zabalkunde handiena izan dezaten. Izan ere, testigantza hauetan oso ondo azaltzen da hiritarrek espainiar erresumako aliatuak ziren armada anglo-portugesengandik jaso zutena: hiritar arrunten eraiketa, harrapa zituzten adin guztietako emakumeen bortxaketa…, ondasun guztien arpilaketa, etxe erreketa. Hau guztia, Castaños general espainiarraren aginduz izan zen, berak emana baitzuen hiria suntsitzeko eta herritarrak labanaz pasatzeko agindua.
   
    Bestalde, donostiarrok jakin beharko genuke espainiar gobernuak zer dela eta debekatu zituen sarraskian hildakoen hileta- elizkizunak, halaber, zer dela eta galarazi zuen hiriaren berreraikuntza. Hau guztia, zergatik gertatu zen adierazteko garaian interpretazio eta iritzi desberdinekin aurki gaitezke. Guk duguna argia da:

1-     Sinesgarritasun guztia ematen diegu 79testigantzei, denbora luzean “ahaztuta” mantenu badira ere. Lekukoen adierazpen hauetan Castaños general espainiarra aipatzen da Donostian gertatu zenaren erantzule.
2-     Gipuzkoako herrialdearen eta gobernu espainiarren arteko harremanak ez ziren onak. Badakigu Castaños generala bere ezpata aterata Batzar Nagusietako bileretan ibili zela 1812ko Cadizeko konstituzioa, zeinak foruak ukatzen zituen, inposatu nahirik.
    Biktimen omenaldiari dagokionez, esan nahi dugu harrigarria egiten zaigula neurri  horretako gertakizun batek ez izatea isla hiriko gune nagusi batean monumentu baten bidez. Berrehun urte dira Donostia fisikoki desagertarazi zutela, eta gertakari honek eragindako biktimak ez dute inolako oroigarririk hirian, ezkutatzeko zerbait balego bezala. Egia esan, ez dugu ulertzen. 200.urtemuga honetan hemen egiten ditugun galderek erantzuna izan beharko lukete, hau da, Donostiarako hain tragikoa izan zen gertakizun horren memoria historikoa berreskuratu nahi dugu.

    Ez dugu amaitu nahi, garai horretan horrenbeste bortxaketa, erailketa, arpilaketa eta etxe-erretze gauzatu zituzten uniforme beraiekin egiten dituzten aldarrikapenek zer zentzu duten galdetu gabe. Horrela jokatzen dutenek auzokideek zer jasan zuten benetan kontzienteak badira beraien jokabidea birplanteatu beharko luketela uste dugu.

    Horrez gain, azpimarratu nahi dugu Donostiaren berreraikuntzarekin azken urte hauetan 1813ko abuztuaren 31n gertatutakoa bigarren planoan uzteko ahalegina dagoela, eta hori ere salatu nahi dugu. Izan ere, data honetan ez ziren orain ezagutzen dugun Donostiaren oinarriak jarri. Abuztuaren 31n gertatu zena gertatu zen, eta berreraikuntza geroago etorri zen. Honetaz ere hitz egin beharko dugu, baina, ezkutatu gabe espainiar armadadaren aliatua zen armada anglo-portugesak egin zuena.

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 DONOSTIA 2013, QUE CONMEMORAMOS?

En el año 2013 vamos a conmemorar el bicentenario del asalto y la destrucción de Donostia y el asesinato y violación de gran parte de sus vecin@s.
La cuestión es, ¿Qué se pretende con los actos de conmemoración?
Para Donostia Sutan 1813-2013 la cuestión es clara, los actos que se realicen deberían pretender:

1.- Dar a conocer la verdad de lo padecido por l@s donostiarras el 31 de agosto de 1813 y siguientes.

2.- Homenajear a las victimas.

*En cuanto al primer punto pensamos que habría que hacer un esfuerzo especial para que no pase este 200 aniversario sin que la mayoría de l@s donostiarras sepa lo que ocurrió. Para esto, consideramos importante la difusión de las declaraciones testificales de 79 ciudadan@s donostiarras que relatan lo que vivieron en aquellas fechas a manos del ejercito anglo-portugués aliado del español (asesinato a sangre fría de ciudadan@s indefens@s, violación de todas las mujeres sin distinción de edad, de hijas sobre el cadáver sus madres, saqueo de todos los bienes, incendio premeditado casa por casa, orden del general español Castaños de destruir la ciudad y pasar a cuchillo a todos sus habitantes, …). Por otro lado l@s donostiarras deberíamos saber la verdad de porque el gobierno español prohibió los funerales y por que prohibió la reconstrucción de la ciudad.

El porque ocurrió todo esto es un tema que puede dar lugar a varias interpretaciones. La nuestra es clara.

1.- Damos total credibilidad a las 79 declaraciones testificales que han permanecido en el “olvido” durante todo este tiempo. En dichas declaraciones se nombra al general español Castaños como instigador de lo ocurrido en Donostia.
2.- Las relaciones políticas entre Gipuzkoa y el gobierno español eran tirantes llegando a desenfundar su sable el general Castaños en las negociaciones para instaurar la constitución española de 1812 frente al mantenimiento de los fueros por parte de los representantes guipuzcoanos.

*En cuanto al homenaje a las victimas, también es paradójico que un acontecimiento de esta magnitud no tenga su reflejo en un monumento en un lugar preferente de la ciudad. Hace doscientos años hicieron desaparecer Donostia físicamente y este hecho y sus victimas no tienen un reflejo visual en la ciudad, como si hubiera algo que ocultar, sinceramente no lo entendemos.

En este 200 aniversario se deberían resolver estas cuestiones y recuperar la memoria histórica de este episodio tan trágico para Donostia.

Otro asunto a tener en cuenta es como encajan en esta fecha los alardes militares de uniformados con los mismos uniformes de los que cometieron los asesinatos, violaciones, saqueo e incendio de la ciudad. Es algo que se debería replantear si de verdad somos conscientes de lo que tuvieron que padecer l@s vecin@s de Donostia en aquellas fechas.

Otro asunto que nos parece reseñable es el tema de la reconstrucción con el que estos últimos años se esta intentando dejar en un segundo plano lo sucedido el 31 de agosto de 1813 y siguientes. En esta fecha no se reconstruye nada, no se ponen los cimientos de la ciudad que hoy conocemos, como se dice en algún entorno. El 31 de agosto de 1813 paso lo que paso y la reconstrucción llego después y también habrá que hablar de ella pero no para menospreciar u ocultar los actos que las tropas anglo-portuguesas aliadas de las españolas realizaron en Donostia.






2013/01/18

Los españoles prohiben durante tres años la reconstrucción de Donostia después del incendio de 1813

4.- Donostia 1813: los españoles prohiben durante tres años la reconstrucción de Donostia, 1813, 1814,1815 y 1816:
“Donostia septiembre 1815: De esta manera buscando al parecer una ciudad hermosa, salubre y sólida, se ha formado un pueblo horrendo en virtud de la prohibición para construir.
Miguel Artola “Historia de la reconstrucción de San Sebastián” 1963, 193 orria.
(A. H. N. Consejos, Leg. 3.485, Copia en A. M. Sec. D, Neg. I. Lib. 1. Exp. 4).
Propietarios de San Sebastián al Consejo de Castilla
San Sebastián 18 septiembre 1815
“M: P. S. Los vcinos y propietarios de la desdichada ciudad de San Sebastián, que firmamos este recurso, acudimos a V. A. con el más humilde respeto implorando su siempre justa y paternal protección.
Es notoria la catástrofe que nos privó de nuestras casas y efectos, y es sabido que posteriormente por una fatalidad incomprensible, no se han podido ni enjugar nuestras lágrimas, ni cicatrizar las profundas llagas de nuestros infortunios, por una serie de obstáculos y trabas, que se han puesto a la reedificación.
La ciudad de San Sebástián, ha sufrido en varias épocas, incendios de consideración, hasta que por ordenanza no solamente se llegó a formar una población de casas de piedra a lo menos hasta el primer piso, sino que también se hizo una ciudad de las más lindas y salubres de la Península y hoy se hubiera perfeccionado la hermosura con sola la observancia de las ordenanzas.
El incendio que redujo la población a 36 casas no ha podido privarnos de redes muy sólidas de la piedra y cal y por afición al solar en que hemos nacido o ejercitado nuestra industria, se han construído hasta 38 casas en las que se han acogido muchas familias dispersas, al paso que han proporcionado alimento a muchísimos menestrales indigentes y aumentado la renta de arbitrios de la ciudad con sus consumos, y otras infinitas, se hallarían ya reedificadas sin la orden que prohibió la continuación.
El resultado es que la ciudad se halla llena de barracas horrorosas por su aspecto e insalubres, por ser muchas de ellas procedentes de hospitales ingleses. De esta manera buscando al parecer una ciudad hermosa, salubre y sólida, se ha formado un pueblo horrendo en virtud de la prohibición para construir.
Repetimos a V. A., que nuestras ordenanzas municipales, aprobadas por los augustos predecesores de nuestro soberano y que regían hasta el año pasado de 1808, prescribían todas las reglas necesarias y que mediante ellas la ciudad de San Sebastián, era ya una de las más lindas, sólidas y salubres.
Para verificar las grandiosas innovaciones que hoy se intentan, no existen recuersos efectivos, y nos atrevemos a decir que cuantos se mediten y se impongan, no bastarán para edificar los indispensables edificios públicos destruídos.
Nuestra ciudad como plaza de guerra, a pesar del pacto de la familia, que nos favoreció con 76 años de paz con Francia, ha experimentado tres sitios durante un siglo, y no sufrió el cuarto por la superchería con que los franceses se apoderaron en 1808.
Debemos, pues, penetrarnos de la triste verdad que el orden regular de las cosas humanas y políticas, corremos riesgos de ver nuestras casas expuestas a contingencias de guerra cada 25 años y es indudable que en semejante situación no debemos pensar en casas suntuosas sino prontas para evitar que parte del vecindario subsista en la dispersión e indigencia, o perezca y la otra traslade su domicilio con perjuicio de la población de esta ciudad.
Consérvese enhorabuena la simetría anterior de la plaza. Reedifíquese la Casa Consistorial y Consular, así como la carnicería, pescadería, matadería y cuarteles por el arte y gusto moderno. Serán operaciones de muchos años por la cortísima dotación de recursos, pero permítase alos propietarios la reedificación de sus casas a su coste, sujetándose a las ordenanzas ya citadas, aprobadas por V. A.
La grande ilustración de V. A. y su innata paternal justicia, que quiere siempre proteger al propietario en sus sagrados derechos y amparar a unos vecinos desgraciados, se dignará oir nuestra humilde súplica, pues también se evitará el sin fin de pleitos y disturbios que originaría la confusión de solares así por el trastorno de hipoptecas censales como por la falta de documentos, consumidos en el incendio. Siendo cierto que se ataja la mayor parte de esta nueva desgracia reedificando cada cual en su antiguo solar.
Rogamos con profundo respeto a V. A. se digne mandar que inmediatamente se permita la reedificación de casas a todos los propietarios que en sus antiguos solares quieran edificar, sujetándose a las ordenanzas municipales existentes.
Nuestro Señor conserve a V. A. los dilatados años que necesita la monarquía.
San Sebastián septiembre de 1815.
Josefa María Arozamena de Garayoa
Antonio de Arbizu
Por mi hermano el marqués de Rocaverde, Joaquín de Moyua
José María Sáes Izquierdo
Por mi Sra. madre viuda de Collado, José manuel Collado
Viuda de Mendizabal
D. Tomás Garagorri
Pedro Queheille
José Gregorio de Echeverría
Joaquín María de Yunibarvia
Manuel de Ezaña (Ezania?)
Martín Abarizqueta
Vicente de Echave
Por mi hermano, Juana Leizauz
José María Ezeiza
Miguel Antonio Bengoetxea
José Brunet
Miguel de Gascue
Ramón Labroche
Asensi Cigarain
José Ignacio de Inciarte
Por mi padre Antonio Alberdi, Antonio Alberdi
Martín de Parada
José Francisco Ruiz de Eguino
Manuel José Lardizabal
José maría de Cortabarría
Juna Antonio de Zabala
A ruego de Lorenzo Tito, Antonio Alberdi
Miguel de Miner
Francisco Ignacio de Ubillos
Rafael Cornejo y Ariztiguieta
José María Galain
Martín de Goenaga
A ruego de Juan Antonio Cardón, Manuel José de Lardizábal
José Antonio de Azpiazu
Francisco Antonio de Echagüe
Bartolomé de Olózaga
Por mi Sra. madre Dª Serafina de Ayalde, D. Manuel Sagasti
Francisco Brunet
Martín de Martiarena
José Joaquín de Iradi
Juan bernardo Andrea Pérez
Juan bautista Yeregui
Antonio de Agirre
A ruego de mi padre Manuel Barriarza, José Basilio de Barriarza
Luis Francisco de larburu
Joaquín Gregorio Goycoa
Manuel ängel Irarramendi
José Francisco de Echanique
José María de Larumbe
Por el marqués de San Millán como apoderado. José Francisco de Echanique
Miguel José de Eraunzeta
José Antonio de Garraga
Pedro Elizondo
Joaquín María de Jauregui
Mediante (que) los sujetos que desean suscribir el recurso al Real y Supremo Consejo de Castilla no han podido en el mismo continuar en el pliego adjunto, suplicando a V. A. se digne acceder a la licencia para construir según ordenanza que solicitan.
Gracia que esperan de la característica justificación de V. A. San Sebastián septiembre 18 de 1815.
Juan José de Churruca
Ignacio de Gorostidi
Como apoderado y administrador de D. José María de Olózaga, Juan Agustín Anabitarte
Manuel Brunet
José Javier de Leizaur
Joaquín Soto
Como administrador de D. Alejandro Betbeder, Pedro Queheille
Joaquín Bernardo de Armendariz
Por Ignacio Sigorraga, Joaquín de Yunyberdugo
Como encargado de D. Francisco larralde, José María Ansorena de Garayoa
Pedro Ignacio de Olañeta
José Francisco de Collado
José Bernardo de Echagüe
José Antonio de Zornoza
José fermín de Minondo
Joaquín Santiago de Larreandi
Antonio María de Iturralde
Por ausencia de D. Lorenzo de Goizueta su encargado, José Fermín de Minondo
Miguel Ignacio de Espilla
Por ausencia de D. José Ignacio Garbano su encargado, José Fermín de Minondo
Como encargado de D. José María Zuazanabar y Francisco, José María Anzorena de Guarayoa.
(A. H. N. Consejos, Leg. 3.485, Copia en A. M. Sec. D, Neg. I. Lib. 1. Exp. 4).

2013/01/12

Las ovejas merinas y Donostia 1813

Doctor en Veterinaria, por josé Manuel Etxaniz - Jueves, 10 de Enero de 2013 Noticias de Gipuzkoan argitaratuta.

EN 1787 entró en funcionamiento el Real Aprisco de Rambouillet, situado en tal localidad francesa cercana a París. Su finalidad era servir de alojamiento a ejemplares de razas seleccionadas de las diferentes especies domésticas, que sirvieran para mejorar las razas autóctonas francesas. En lo concerniente al ganado ovino, se estimó de interés disponer de un lote de ovejas merinas por su elevada producción de lana extrafina, utilizada para la fabricación de diversas prendas de lencería de la máxima calidad, pero la exportación de ovejas merinas estaba prohibida en la España del siglo XVIII por ser considerada un bien estratégico y su contrabando, penado con la muerte. Para salvar esta dificultad, el rey francés Luis XVI solicitó como favor excepcional a su primo, el rey español Carlos III, una autorización especial para comprar un rebaño de reproductores merinos para el mencionado Centro Experimental y el ilustrado Carlos III accedió.
Para la selección y compra se comisionó al prestigioso veterinario francés François Hilaire Gilbert, que se desplazó a España, estableciendo su base operativa en la localidad segoviana de Sigueruelo. El 15 de junio de 1786 parten el mayoral Andrés Gil Hernanz apoyado por cuatro pastores, todos de la misma localidad, con catorce mulas, tres perros y el correspondiente equipaje, acompañando a 334 ovejas y 42 carneros. Acceden a Francia por Roncesvalles. El rebaño atravesará después Burdeos, las regiones del Perigord, Lemosín, la Sologne, la Beauce, en el suroeste de París, llegando el 12 de octubre de 1786 a Rambouillet. Más de 2.000 kilómetros, con muy pocas bajas, a pesar de que la travesía de los Pirineos navarros se complicó al haberse adelantado las primeras nieves, dificultando la alimentación del ganado.
El 14 de julio de 1789, con el asalto a la Bastilla se inicia la Revolución francesa y el monarca Luis XVI pierde la cabeza. Se suceden años convulsos en la historia del país vecino pero nuestro veterinario continúa siendo un asesor de confianza en asuntos ligados a la ganadería e inspira una de las tres cláusulas secretas del Tratado de Basilea, firmado el 22 de julio de 1795, que ponía fin a la Guerra de la Convención. La primera estipulaba que, a cambio de la liberación de 40 prisioneros guipuzcoanos, España "cedería" a Francia 150 yeguas y 50 caballos sementales de Andalucía y mil ovejas y cien carneros merinos anualmente, durante cinco años. Por la segunda el Gobierno español accedía a no perseguir a los guipuzcoanos "afrancesados" y en la última se acordaba la liberación de la hija de Luis XVI, María Teresa, encarcelada en la parisina Torre del Temple.
Esos presos eran personajes principales, detenidos a modo de rehenes, que habían sido engañados por el general Adrien de Moncey, ofreciéndoles la independencia de Gipuzkoa a cambio de su colaboración, según relata Manuel Godoy en sus Memorias del Príncipe de la Paz. Otros autores hablan del respeto a la foralidad. Los galos obtuvieron la colaboración solicitada y los franceses se presentaron en Miranda de Ebro sin disparar un tiro pero, el 26 de agosto de 1794, al reclamar el alcalde donostiarra Juan José Vicente Michelena al comisionado de Napoleón Salbert Pinet que cumpliera con su parte, en lugar de declarar la prometida república guipuzcoana, anunció la sumisión total de Gipuzkoa a Francia, que pasaba a ser una provincia francesa y el encarcelamiento del alcalde y el resto de notables.
Volviendo al veterinario Gilbert, comisionado por el Directorio, participó en 1798 en la requisa del ganado conforme a lo establecido. Falleció por malaria en Sigueruelo, donde reposan sus restos, el 7 de setiembre de 1800. Una placa en la plaza del pueblo le recuerda.
Con el tiempo, aquellas merinas castellanas, adaptadas al nuevo medio, darían origen a la variedad Rambouillet que luego se exportaría masivamente al sur de Estados Unidos, México y Uruguay, orientadas hacia la producción de lana y carne. ¡Cosas de la genética!
Para algunos autores, aquella traición donostiarra a la unidad del Reino es la que motivaría, veinte años más tarde, al general Castaños a dar la orden a las tropas anglo-portuguesas que nos "liberaron" de la destrucción total de Donostia y sus vecinos, el 31 de agosto de 1813, a diferencia de lo que ocurriera en otras ciudades como Vitoria, donde el comportamiento con las personas e inmuebles fue más respetuoso.
No contaba el Duque de Bailén con el espíritu emprendedor de los donostiarras, que en su refugio de Zubieta les impulsaría a resurgir de las cenizas y crear una ciudad moderna. Un ejemplo para las nuevas generaciones en momentos de adversidad como los actuales.

2013/01/04

Wellington Donostian / Wellington en Donostia Angel Rekalde

Abajo en castellano
Angel Rekaldek egindako artikulua eta Nabarralde-k argitaratua

Articulo escrito por Angel Rekalde y publicado por Nabarralde

Wellingtongo dukea iruditeria kolektibora handitasunaren lorian igaro den pertsonaia horietako bat da. Ingelesek badakite saltzen. Agerikoa da Historia garaileek idazten dutela; horren erakusgarria da gure txikitako heroi bat Arabiako Lawrence izatea, otomandarren inperioa garaitu zuen dinamitari zuhurra. Eta miretsi egiten genituen Morgan pirataren abenturak; Port-au-Princeko lapurra eta arpilatzailea zen, baina baita Jamaikako gobernadorea eta Inperioaren Errege Ordenako zalduna ere. Zibilizazioari eta kulturari begira, British Museum delakoa salbatzaile-lanetan aritu da; izan ere, han gordetzen dira Egipton eta Grezian ingelesek egindako espolioaren erakusgarririk onenak, Gizateriaren (eta Altxor britainiarraren kontuen) onerako, noski.
Horrelako zerbait gertatzen zaigu Wellingtongo dukea zen Arthur Wellesleyrekin. Indiako filibusteroa –non ahal bezainbat lapurtu baitzuen-, Donostiaren erreketa eta suntsiketaren errudun zuzena, Waterloon Napoleon bera garaitu zuen estratega bikain gisa geratu da memorian, ordea. Historiako figura erraldoia dugu. Nola eskatu halako lord handiari konturik, hiri txiki galdu batean egindako bihurrikeriak direla-eta!
Alabaina, ongi pentsatuz gero, gauza bitxia da. Wellingtonek Donostiari egin zion bisita Atilaren zaldiaren gorabeherekin pareka dezakegu, igarotzen zen tokian belarra desagerrarazten zuen animaliarena bezalakoxea izaki. Eta, hala ere, ez dugu ia ezer gogoratzen izugarrikeria hartaz. Tradizioak festa, alaitasun eta zaratarako egun bihurtu du abuztuaren 31.
Orain hasiera emango diogun urte honetan, donostiarrei zoritxarra eta hondamendia ekarri zien data haren bigarren mendeurrena beteko da. Oroimena berreskuratzeko, Iñaki Egañak liburu bat argitaratu du (Donostia, 1813, Txertoa, 2011), eta bertan jasotzen ditu oinarrizko datuak, garai hartako testuingurua, gerra napoleonikoak, sutea, militarrek herritarren aurka erabilitako indarkeria... Literatur-estilo arinaz, sarraskiaren aurrekariak kontatzen dizkigu Iñakik, eta iraultza frantseseraino egiten du atzera, Godoyk euskal foruak deuseztatzeko egin zituen saioak azaltzen dizkigu, eta halaber, Konbentzioaren gerra, Gipuzkoak Errepublika frantsesarekin bat egiteko egin zuen adierazpena, “1.200 urtearen aurreko bere jatorrizko independentzia erabiliz”...
Egañaren kontakizunak gai asko biltzen ditu. Herrialde osoan armak hartu eta altxa ziren gerrilariez dihardu eta, Minatarren eskutik (osaba-ilobak), armada napoleonikoari aurre egin ziotenez. Jose Bonaparte erregearen erretiratzea azaltzen du, Gasteizen garaitua izan ondoren, ihesaldian bitxi eta arte-lanetan izugarrizko altxorra galdu baitzuen, penintsulako bere agintaldian arpilatutakoa salbatu nahian.
Beste zenbait pasadizo ere kontatzen dizkigu Iñakik. Adibidez, garai hartako asmakizuna zen bala gorriarena; egia esan, ez dakigu iruzur hutsa izan zen, ala benetan bolborategia leherrarazi eta azken erasoari bidea ireki ziona. Edota harresia hautsi zen Bretxaren istorioa, zuloa ez baitzen, uste den bezala, bakarra izan, gehiago baizik. San Martzialgo guduaz ere hitz egiten digu, zeina abuztuaren 31 hartan ere gertatu baitzen, Soult jeneralaren tropak Donostiara hurbiltzen saiatu zirenean setiatuta zeudenei laguntzeko; porrot egin zuten, ordea. Eta xehetasunez kontatzen dizkigu tropa ingeles eta portugesen izugarrikeriak eta gehiegikeriak; izan ere, hirian etsaien lurraldera bezala sartu ziren eta heriotza, lapurreta, bortxaketa eta sutea eragin zuten nonahi. Egañaren galdera da nork erabaki zuen mendeku hura, nor izan ziren azken erantzuleak. Lehen instantziako epaileak egindako ikerketa jasotzen du liburuan, eta baita bizirik irtendakoen lekukotzak ere; azken horien arabera, kriminalen beraien ahotik entzun zuten  Castaños jeneralaren aginduak betetzen zituztela...
Azken batean, liburu arina, interesgarria, eta irakasbidea ere badena. Jeneral ustel bat, eskrupulurik gabekoa. Eta historia ikaragarri bat, gurea, bi mendetako distantziatik begiratuta.


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El duque de Wellington es uno de esos personajes que han pasado al imaginario colectivo con aureola de grandeza. Los ingleses saben vender. Que la historia la escriben los vencedores es un hecho tan irrefutable que nos educamos con las hazañas bélicas de Lawrence de Arabia, el dinamitero sagaz que derrotó al imperio otomano. Y admiramos las aventuras del pirata Morgan, ladrón y saqueador de Puerto Príncipe y Panamá, pero gobernador de Jamaica y caballero de la Real Orden del Imperio. Sin hablar de la operación de salvamento, en términos de civilización y cultura, que representa el British Museum, donde se guardan las mejores muestras del expolio inglés en Egipto o Grecia para beneficio de la Humanidad (y el balance de cuentas del Tesoro británico).
Algo parecido nos ocurre con Arthur Wellesley, duque de Wellington, filibustero de la India –donde robó cuanto pudo-, culpable directo del incendio y destrucción de Donostia, pero que ha quedado en la memoria como el estratega genial que venció en Waterloo al propio Napoleón. Una figura enorme de la historia. Cómo pasarle a semejante lord la factura por unos platos rotos en una pequeña gamberrada ocurrida en una ciudad de provincias.
Pero, si bien lo pensamos, es algo insólito. La visita de Wellington a Donostia podemos encasillarla en el apartado de andanzas del caballo de Atila, aquel animal que marcaba el paso dejando calvas en la hierba. Y sin embargo apenas guardamos conciencia de aquel atropello. La tradición ha conservado el 31 de agosto como un día de fiesta, de jolgorio y alegría.
Este año que estrenamos se cumple el segundo centenario de aquella fecha de calamidad y desastre para los donostiarras. Para recuperar el recuerdo, Iñaki Egaña ha publicado un libro (Donostia, 1813, Txertoa, 2011) que recoge los datos básicos, la época, el contexto, las guerras napoleónicas, el incendio, la violencia de los militares contra los vecinos... Cuenta Iñaki, con un estilo ágil, literario, los antecedentes de la masacre, que remonta a los años de la revolución francesa, los intentos de Godoy de acabar con los fueros vascos, la guerra de la Convención, la declaración de Gipuzkoa para adherirse a la República francesa, en virtud de su independencia originaria, “previa al año 1200”...
El relato de Egaña recopila muchos temas. Habla de los guerrilleros que se alzaron en armas por todo el país y, de la mano de los Mina, tío y sobrino, disputaron el terreno al ejército napoleónico. Explica la retirada del rey José Bonaparte que, a resultas de la derrota de Gasteiz, perdió en la huida el enorme botín en joyas y obras de arte que intentaba salvar del saqueo de su reinado en el territorio hispano.
Cuenta Iñaki anécdotas como la bala roja, un invento de la época de la que no se sabe si fue un fiasco o si en verdad causó la explosión del polvorín que facilitó el asalto definitivo. O la historia de la Brecha por donde se rompió la muralla, que no era una como se cree, sino varias. Pero también la batalla de San Marcial, que ocurrió el mismo 31 de agosto, cuando las fuerzas del general Soult intentaron acercarse a Donostia para socorrer a los sitiados y fracasaron. Y narra con detalle las violencias y excesos de la tropa anglo-portuguesa, que entró a saco en la ciudad, como tierra enemiga, y se dedicó a sembrar la muerte, la rapiña, la violación y el incendio. Se pregunta Egaña quiénes decidieron esta venganza, quiénes fueron los responsables últimos. Recoge en su libro la investigación que emprendió el juez de 1ª instancia, y los testimonios de los supervivientes que aseguran haber escuchado de boca de los criminales que cumplían órdenes del general Castaños...
En fin, un libro ameno, interesante, instructivo. Un general corrupto, sin escrúpulos. Y una historia tremenda, que es la nuestra, con la perspectiva de dos siglos.

2013/01/02

Beka Donostiako udala 1813-2013 bimendeurrena: emakumeak danborradan


Donostiako udalak beka bat zabaldu du ikertzeko “emakumeen parte hartzea danborradan”, Donostia 1813-2013 bimendeurrenean kokatzen du. Informazio gehiago Donostia.org.
Badago zer ikertu adibidez Donostia 1813an lapurreta, bortxaketa, sutea, heriotza eta genozidioa jasan zuten nesken (eta mutilen) izenak:
Bernardo Campos, mujer herida
Francisca de Bengoechea violada
Francisca de Bengoetxea criada, 45 años azotada
muchacha en casa del comerciante Ezeiza violada
tres jovenes Zaguan de la casa de cardon arrojadas a la Bodega despues de violadas y en ella han sido consumidas por las llamas
Martin Altuna muerto por que quiso estorvar el mal trato que estavan dando á una hija suia,
Niño que espiro sobre este mismo sugeto hijo de un Pescador
Altuna con su Madre
Xaviera Artola muerta,
la criada de Lafont muerta,
la muger del Practicante de cirujia D. Manuel Biquendi muerta
La hija que la quería violar encima de su madre recien asesinada.
Viuda de Echeverria llamada de Soto
Bárbara Urbieta
Mujer Pedro Ignacio de Olañeta
Dos señoritas conocidas violadas
Xaviera Artola muerta
un Niño de doce años hijo de una Militara Española
dos hermanas
Manuela Magra
José Larrañaga muerto con su hijo en los brazos,
4 vecinas que se refugiaron
Hija de Zaloña
Tres ancianas hechas unas estatuas aleladas y despavoridas
La ama del cura Hériz muerta
La criada del cura Hériz muerta
La suegra del escribano Echaniz muerta
La madre de don Martin Abarizqueta muerta
Vicenta que vendía aguardiente muerta
los hijos de dicho Montel que gritaban «Ay que van á matar á mi padre
su Padre Alcalde de primer voto de la ciudad
Carmen Echenagusia muerta
Suegra de Echaniz muerta
Carmen Ignacia Lasarte
Maria Josefa Ubiscun,
Todas las mujeres violadas
de tomar entre dos á un hijo suio de edad de tres años y quererlo partir en dos piezas,
Xaviera Artola, muerta
la suegra de Echaniz, muerta
una muchacha que fué pasada con dos balas por los pechos
Inquilina de José Maria de Leizaur Bautista de Lecuona ha muerto del susto.
se tiraban sobre las mujeres en las calles públicas sin distincion de edad:
mujeres en los tejados
mujeres en los pozos negros
Bernarda de Goicoechea muger del testigo llorando porque le creía muerto
la criada Francisca Zubelzu y le arrancaron diez y siete duros
Xaviera de Munibe
Casilda de Eleizalde muger de sesenta y seis años quien compadecida pudo facilitarle una escalera
otra criada suia de mas de sesenta años
varias mozas huyendo de las suyas:
una moza amarrada a una Barrica de dicha Esquina S. jerónimo que estaba en cueros y toda ella ensangrentada con una Bayoneta que tenia atravesada y metida por la misma oficina de la generacion
Juana Arzuaga moza soltera de diez y siete años que fué herida en el brazo derecho por una bala de fusil que le disparó un Inglés porque se escapó de casa quando vio le querian matar á su Padre
Tamalez askoz ere gehiago daude norbaitek ikertu nahi baldin baditu.
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Donostia 1813 genozidioa: 1500 donostiar hilik Udalaren arabera

Donostiako udalaren webgunean adierazten da 1.500 donostiar hilik izan zirela 1813an, populazioaren %17a,  genozidio ikaragarria:
“Ehun milioi erreal baino gehiago galdu ziren, eta 1.500 familia baino gehiago eskean aritzera behartuta aurkitu ziren, goseteek, hotzak, malariak eta gaizki sendatutako zauriek jota zeudela, aurkitu ere. Nekez kalkula daiteke hildakoen kopurua. 1814ko otsailean Udalak zioen 1.200 baino gehiago izan zirela erasoaren ondorioz bizia galdu zuten bizilagunak. Pedro Antonio Arizpe epaileak, urte bereko maiatzean, 1.500 hildakoen kopurua adierazi zuen.”